La NBA abandona Europa con otra paliza de Hornets a Wizards

Barcelona ha sido la última parada del NBA Europe Live Tour con un partido entre New Orleans Hornets y Washington Wizards. La liga americano trasladó gran parte de su espectáculo. Desde los saludos a requerimiento del respetable del colegiado Joe Crawford, famoso por su incidente con Tim Duncan, hasta las consabidas Cheerleaders, pasando por las mascotas de ambas franquicias (la de New Orleans, una abeja. La de Washington, ¿alguien lo sabe?). Concursos con el público como protagonista (negativo, en la mayoría de ocasiones), actuaciones llegadas directamente de Las Vegas, speaker, música a volumen repetable, pantallas gigantes mostrando a los espectadores y a los famosos asistentes...

Y es que Chris Paul se llevó la mayor ovación en la presentación de los equipos, pero fue Samuel Eto'o, que llegó con un séquito de no menos de 7 miembros, quien levantó más pasiones, aunque quien realmente levantó al público de sus asientos fue Ricky Rubio, quien pudo estudiar en primera fila a los que, sin duda, serán sus rivales más pronto que tarde.

Pops Mensah-Bonsu, flamante fichaje del Joventut, y los fútbolistas Thierry Henry (gran seguidor de la NBA y amigo de Tony Parker), Eric Abidal y Aleksander Hleb fueron otros de los VIPS presentes en el pabellón.

¿Y el partido? Pues no defraudó las expectativas del que esperara poco. Sin Gilbert Arenas, cuya baja ya se conocía, ni David West, ni Tyson Chandler, y con los Wizards en cuadro, los Hornets necesitaron muy poco para volver a apalizar a los hombres de Eddie Jordan, como ya hicieran hace 3 días en Berlín.

En los Wizards se salvaron Caron Butler, espectacular en todas sus acciones, el inacabable (213 cm y largos brazos) rookie JaVale McGee, y el ucraniano Oleksiy Pecherov, que contó con el favor del público.

En los Hornets Chris Paul dirigió a los suyos e intentó agradar, aunque no miró demasiado el aro rival. Melvin Ely fue el que más se benefició de sus 8 asistencias, acabando como máximo anotador del partido con 19 puntos. En el perímetro, Peja Stojakovic y James Posey demostraron con sus tiros que son una gran amenaza para cualquier defensa rival.

En definitiva, aquellos que disfrutan de la liga americana pudieron ver a algunos de sus ídolos de cerca y, si no vibrar con el juego desplegado, sí vivir un espectáculo made in NBA.